6 motivos que explican por qué tienes hambre a todas horas
Fact checked
Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.
No resulta tan extraño como pudieras creer que hay personas que tienen hambre siempre. El origen se desconoce en algunos casos, por eso te ayudaremos a controlar ese apetito insaciable con los siguientes 6 motivos que explican por qué tienes hambre a todas horas.
Por deshidratación
En muchas ocasiones puede que la deshidratación se disfrace con síntomas de apetito. Puede que en realidad necesites fluidos y no comida. Esta equivocación tiene su origen en el hipotálamo, que es la zona del cerebro que se ocupa de controlar tanto la sed como el apetito. También habrá que tener mucho cuidado con el alcohol, ya que un estudio que recoge la revista Appetite señala que después de ingerir bebidas alcohólicas hay más posibilidades de comer alimentos ricos en calorías. El motivo es que estas bebidas te provocan deshidratación y consiguen que confundamos el hambre con la sed.
Dormir poco
Cuando dormirmos mal por las noches aumentan los niveles de grelina, la hormona del apetito. Además se reduce la hormona de la saciedad, la leptina. Es posible que después de una mala noche en cuanto a descanso, lo único que te pida el cuerpo es una inyección de energía para poder aguantar la jornada en condiciones. Pero no deseará cualquier cosa, se centrará sobre todo en aquellos que sean ricos en carbohidratos, azúcar y sal.
El estrés
Los niveles de ansiedad se te disparan cuando tienes un día complicado en el trabajo o aguardas por una noticia muy expectante. Se origina más adrenalina y cortisol, que son las hormonas del estrés, y por lo tanto se acaba disparando también el hambre. Hay un momento en el que puedes llegar a sentirte con apetito aunque estés lleno del todo.
Por comer demasiados dulces
En realidad cuesta muchísimo comer una única galleta o un solo donuts. Seguro que a ti también te ha ocurrido en alguna ocasión. Te entran ganas de comerte un paquete entero. Esto se debe a los carbohidratos simples que hay en los pasteles, dulces y galletas. Te producen un pico de azúcar en sangre que acaban por darte más hambre y por mucho que comas todo te parecerá poco.
Más proteínas y grasas saludables
Las proteínas resultan ideales para saciarnos con más rapidez. De esta manera te garantizas estar más horas sin tener que acudir al frigorífico. Algo parecido ocurre con las grasas insaturadas. Por mucha restricción que apliques en tu alimentación, nunca deberías suprimir del todo las grasas sanas que puedes encontrar en los frutos secos, aguacates o aceite de oliva.
Bombardeo de imágenes
Aunque no lo creas estamos todo el día sometidos a un bombardeo de imágenes en las redes sociales. Amigos y conocidos cuelgan a todas horas fotos de comida que lo único que provocan en ti es envidia sana. Todas estas imágenes acaban por abrirte el apetito. Un informe publicado por la revista Obesity aseguró en 2012 que aumentaban los niveles de la hormona del apetito, la grenila, con solo contemplar estas fotos. Sin lugar a dudas, todo un peligro para nuestra salud.